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Ernesto Castro, tras probarse las gafas obvias y las lentillas elípticas, ha llegado a la conclusión de que ninguna de las dos le sienta bien. Sin embargo, y retomando la senda de su pasada etapa de sofista sacado de un diálogo de Platón, ha decidido optar por el mal menor y se ha apuntado al bando de los poetas laberinto, a pesar de que, anuncia, "los elípticos seguramente pierdan fácticamente, pero más tarde dirán que ganaron simbólico-representativamente". Castro apuesta por empezar en el banquillo y salir al campo para tirar penaltis a lo Panenka.
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Ernesto Castro, tras probarse las gafas obvias y las lentillas elípticas, ha llegado a la conclusión de que ninguna de las dos le sienta bien. Sin embargo, y retomando la senda de su pasada etapa de sofista sacado de un diálogo de Platón, ha decidido optar por el mal menor y se ha apuntado al bando de los poetas laberinto, a pesar de que, anuncia, "los elípticos seguramente pierdan fácticamente, pero más tarde dirán que ganaron simbólico-representativamente". Castro apuesta por empezar en el banquillo y salir al campo para tirar penaltis a lo Panenka..
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Vamos a meteros una paliza a ti y a los tuyos.
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